

Tipos de fimosis
Según desde cuando tenga fimosis el pequeño tenemos dos tipos: Fimosis primaria, que está causada por una malformación del aparato genital y urinario y está presente desde el nacimiento.
Y la fimosis secundaria, que aparece con el tiempo y suele generarse porque los familiares, al limpiar el pene, retiran el prepucio con demasiada fuerza. Es por esto que este tipo de fimosis se puede prevenir enseñando a los padres a limpiar adecuadamente al bebé y a indicarles que no deben forzar la retracción del prepucio.
Cómo tratar la fimosis sin cirugía
En cualquiera de los dos casos no tenemos que forzar la retracción del prepucio, sobre todo porque le puede doler mucho al pequeño y podemos provocarle heridas. Debemos acudir al médico, quien nos guiará en los métodos y tratamientos pertinentes para evitar la cirugía. Para ello administrará a nuestro pequeño corticoides por medio de una crema que tenemos que aplicarle, haciendo muy suavemente pequeñas retracciones.
El médico nos enseñará a hacerlo correctamente para que no le hagamos heridas al pequeño ni le causemos dolor. Como no es adecuado administrar corticoides durante un largo período de tiempo, quizá debamos parar de aplicárselos antes de obtener resultados, pero pasados unos meses podemos volver a intentarlo. Eso sí, siempre bajo la supervisión de un médico.


A veces este tratamiento no da ningún resultado e incluso se originan infecciones, esto sucede con mayor frecuencia cuando los niños han superado los tres años. Es entonces cuando se plantea la cirugía, no obstante, los médicos suelen esperar un par de años más antes de operar.
Cirugía para la fimosis
¿En qué consiste la cirugía de fimosis? En la eliminación completa del prepucio o, dicho de otra forma, en la circuncisión. Antes de la operación harán algunas pruebas a nuestro hijo como análisis de orina o de sangre. Durante la operación se le aplicará anestesia general, aunque es posible que esa misma noche le puedas llevar a casa contigo. Se elimina el prepucio y se sutura con puntos que desaparecerán solos.
Al principio nuestro hijo tendrá ciertas molestias, sobre todo cuando vaya a orinar. Tendremos que cuidar su herida con agua y jabón y cubrirlo con una gasita o un apósito para evitar infecciones.