

Sujeta a Licencia CC de Atribución. Autor: LabGP & SigOther
La otitis es una inflamación del oído medio muy frecuente durante la infancia, principalmente en los niños menores de 3 años de edad. Suele surgir durante o después de un catarro por acumulación de mucosas en los oídos. Suele estar causada por una infección originada en la garganta. Los virus y bacterias llegan al oído medio a través de la trompa de Eustaquio. Esta infección provoca la acumulación de pus y fluidos que presiona sobre el tímpano ocasionando dolor y pérdida de audición. Ocurre sobre todo en los meses fríos, aunque el verano también es una época muy propicia para estas bacterias, por el uso de las piscinas y los baños en la playa. A los pequeños les causa mucho dolor, y los casos más graves pueden provocar una pérdida de las capacidades auditivas, por lo que es imprescindible diagnosticarla y tratarla de inmediato. Los principales síntomas, en los que debemos fijarnos si nuestro hijo es muy pequeño, son las reacciones ante un dolor intenso como llevarse las manos a los oídos, cambios de apetito o del sueño, agitación e irritabilidad, supuración de los oídos, dificultad para la audición, náuseas o fiebre. Y sus causas mas frecuentes son infecciones del oído habituales y obstrucción de la trompa de Eustaquio, ya sea por infección, por vegetaciones o por algún tipo de alergia. Para tratarla hay que acudir al pediatra para que realice una exploración del oído, de las vías respiratorias y de la garganta. Después de ello, se le recetará un tratamiento que suele consistir la toma de antibióticos y antinflamatorios, pues son el tratamiento más efectivo para este tipo de infección. Se suele utilizar también las gotas analgésicas para calmar el dolor.