

La psicomotricidad es la acción del sistema nervioso central, mediante la cual se crea una conciencia en el ser humano acerca de los movimientos que debe realizar, siguiendo algunos patrones motores establecidos, como la velocidad, el tiempo y el espacio.
Podríamos decir que la definición de psicomotricidad puede dividirse en dos partes, la parte motriz y el psiquismo. Cuando hablamos de la parte motriz nos estamos refiriendo al movimiento en sí, cuando hablamos de la parte psíquica nos referimos a la actividad física que a su vez podemos categorizarla como la fase socio afectiva y la fase cognitiva. O sea, las acciones de los pequeños pueden articularse con la afectividad y los deseos, pero también las posibilidades de ellos se basan en la comunicación.
Existen teorías, por ejemplo, la de Piaget que consideran que la inteligencia se va formando en base a las actividades motrices de los pequeños. En sus primeros años de vida, hasta los siete años, la educación del niño puede ser considerada como psicomotriz. En ese momento la educación se centra en el medio, el entorno que lo rodea y las diferentes experiencias que va teniendo, realizando movimientos y acciones.
La psicomotricidad es usada para estimular y reeducar los movimientos de los pequeños. En el caso de la preeducación se trabaja con pequeños que tengan alguna discapacidad, retrasos en su evolución o trastornos.
Fuente Imagen ThinkStock.
Hay una manera estupenda de estimular la psicomotricidad de los bebés: la natación de bebés. Una opción saludable y beneficiosa para nuestros bebés.