

Os las enumero:
- una solución sería invitar a la madre del otro niño a merendar e intentar sacar la conversación como quién no quiere la cosa.
- También puede ser que la otra madre no quiera “ocuparse” de su hijo y dejándolo ir a la casa de otro niño se libera durante unas horas y puede estar tranquila. En este caso, comprando un juego de mesa al amiguito de tu niño estarías forzando la situación para que le invitasen a su casa, y de este modo sutil os divertiríais todos.
- A lo mejor la casa del amigo de tu hijo no está tan arreglada como la tuya y su madre se avergüence. O puede ser que sea muy limpia y ordenada y no quiere que se la manchen. O todo lo contrario. Puedes comprar o hacer un día una tarta e ir con una merienda sorpresa. Seguro que se da por aludida.
- Otra opción es no forzar la situación. Ella tiene que ser quien invite a tu hijo. Podrías probar a contarle lo bien que lo pasáis cuando su hijo está en la tuya. Es probable que aproveche esta conversación para sincerarse contigo.
- Lo más probable es que te moleste que esté el amiguito en tu casa y tú no seas consciente. Lo que podrías hacer es quedar en un sitio intermedio como el parque o un centro comercial.
- Para ver como reacciona la madre del amigo de tu hijo puedes pedirle que una tarde se haga cargo de tu niño inventándote cualquier excusa y actuar según su reacción.
Imagen: mayurht