

Las zonas mayormente afectadas son el área anogenital, cuello y párpados, incluso pueden verse otras localizaciones más extensas o diferentes a las anteriores, como en los niños, que se localiza en tronco y extremidades inferiores o en pacientes con sida. Frecuentemente se produce autoinoculación y recidivas, tras un tratamiento con crioterapia o electrocoagulación de las lesiones. En niños, es necesario tratar con crema anestésica para su extirpación.
Las lesiones individuales del "molluscum contagiosum" pueden manifestarse generalmente entre las seis semanas a los tres meses, pero por vía autoinoculación, la infección puede propagarse y dar síntomas generalmente pasados de 8 a 18 meses, con una duración entre 6 meses a 5 años.
El tratamiento a veces es innecesario dependiendo del lugar en el que se encuentra y del número de lesiones, por lo que el tratamiento se debe llevar a cabo según las siguientes razones: por razones médicas -prurito, hemorragia, picazón, ardor o infecciones secundarias entre otros-, razones estéticas, vergüenza, miedo al contagio a terceras personas o exclusión social.
Se recomienda tratar las hinchazones localizadas en el área genital para prevenir su dispersión, aunque hay que saber que tratar la enfermedad, no la cura; dado que el virus está en la piel, pueden aparecer nuevas inflamaciones, aún después de eliminar las visibles quirúrgicamente y la cirugía deberá de repetirse cada vez que aparezcan tales bubones.
La piel infectada por molusco contagioso es altamente sensible a los ácidos, tanto así que se vuelve blanca al contacto prolongado con acido. En medicina natural se utiliza el vinagre de sidra de manzana como tratamiento, colocando un algodón embebido en este vinagre sobre las lesiones durante toda la noche; al retirar el algodón se observa que la lesión se habrá vuelto blanca, sin que la piel circundante haya sufrido daño considerable, pero teniendo precaución de que no se infecte. No se apreciarán cicatrices en la piel.
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