

Cuando te vayas a realizar una ecografía, y para que esta pueda verse bien, será necesario que tengas la vejiga llena de líquido, por eso es aconsejable tomar por lo menos dos vasos de líquido antes de la prueba y tratar de no orinar hasta después de que se realice el procedimiento.
Los profesionales suelen ordenar una ecografía por diferentes razones, siendo uno de los estudios rutinarios durante la gestación. Puede hacerlo, además, cuando considera que puede existir otro problema y así poder compararlo.
Durante el primer trimestre del embarazo lo más frecuente es realizarse una ecografía, esto confirmará la presencia de un embarazo normal. Para determinar la edad del bebé, buscar problemas (como embarazo ectópico, amenazas de aborto), determinar la frecuencia cardíaca, verificar embarazos múltiples, identificar problemas que puedan existir en la placenta, el útero, ovarios.
Dentro del segundo y del tercer trimestre se realiza para: determinar la edad, crecimiento, posición, sexo del bebé, identificar problemas en el desarrollo, evaluar el estado del líquido amniótico, la placenta y la pelvis.
En algunos establecimientos se están llevando ecografías (en la 13 y 14 semana) para buscar signos del síndrome de Down y otros problemas en el desarrollo. En este caso, además de la ecografía solicitan un análisis de sangre para así obtener resultados mucho más precisos.
La cantidad de ecografías necesarias durante el embarazo dependerá de si se ha detectado algún tipo de problema o no. en el caso de que sean ecografías de seguimiento pueden pedirse junto con un análisis de sangre.
Gracias a este tipo de estudio se puede evaluar el feto, la placenta y el líquido amniótico que son normales en apariencias y apropiados para la edad gestacional.
Será tu médico el encargado de ‘traducirte’ los resultados, él tiene la experiencia y en el caso de existir algún tipo de problema sabrá indicarte cuales son los pasos ha seguir.
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