

El consumo de tabaco en el embarazo supone un riesgo de abortos espontáneos y de muerte en los primeros meses de vida; así como bajo peso al nacer, poniéndose en riesgo también la vida de la madre y desarrollándose el feto en condiciones inapropiadas; también pueden observarse riesgo de complicaciones, tanto en el embarazo como en el parto.
Por otra parte, el consumo de alcohol en grandes cantidades provoca una situación de alto riesgo para el feto, de que aparezcan déficits mentales y físicos, si la cantidad de alcohol consumida por la embarazada, es pequeña, puede existir riesgo de aborto espontáneo, bajo peso al nacer y la posibilidad de que el bebé padezca malformaciones -Síndrome Alcohólico Fetal-.
En el terreno nutricional exsten algunas sustancias que deberían de evitarse como son:
La cafeína es capaz de metabolizarse muy lentamente y atravesar la placenta, pudiendo llegar a producir aborto espontáneo, especialmente en el primer trimestre, y en mujeres no fumadoras, ya que en mujeres fumadoras son menos susceptibles, ya que el tabaco acelera el metabolismo de la cafeína. Lo mismo sucede con el mate, ya que también contiene cafeína; por lo cual si las madres consumen mate en el embarazo, los bebés al nacer tienen como consecuencia una menor talla y peso, que los bebés de las madres que no lo consumieron.
El consumo de refrescos edulcorados y bebidas carbonatadas habitualmente, pueden ser capaces de provocar un parto prematuro y especialmente aquellas mujeres que consumen un litro al menos de bebidas con gas, tienen casi un 80% más de posibilidades de dar a luz prematuramente.
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