

Hay que decir que cerca del 15 al 20 % de los embarazos que se detectan concluye de esta manera. Se le llama aborto a la muerte del feto antes de los cinco meses de embarazo, cuando el feto no está aún en condiciones de sobrevivir fuera del útero materno. Después de esta fecha y hasta las 28 semanas de embarazo, se trata de un parto inmaduro, si ya tiene más de 28 semanas se trata de un parto prematuro. La mayoría de los abortos espontáneos tiene lugar durante el primer trimestre, es decir, en las primeras 12 semanas de embarazo.
No se conocen bien las causas de algunos abortos espontáneos.Las infecciones, los problemas hormonales, enfermedades en la madres y anomalías cromosómicas en el bebé, son algunos factores desencadenantes de este tipo de pérdidas.
Después de un aborto espontáneo, la mayoría de las mujeres no necesita tratamiento. El útero (matriz) se vacía por sí mismo. En algunos casos, el médico puede recomendar un procedimiento llamado legrado.
Aunque no existen causas certeras de un aborto espontáneo, hay algunas pautas mínimas de prevención. Por ejemplo, comunique cualquier hemorragia o dolor abdominal a su médico. Es probable que le realice un examen interno y recomiende que se realice un ultrasonido para controlar la salud del bebé.
En caso de tener varios abortos espontáneos, será necesaria una evaluación médica completa que permita determinar las causas. Cerca del 60 al 70 por ciento de las mujeres que han tenido dos o tres pérdidas acaban teniendo un embarazo saludable.
Después de un aborto espontáneo, hay que darse tiempo y buscar ayuda para hacer el duelo por la pérdida del bebé.