

Como en cualquier episodio de vómitos, debemos ofrecerle al niño mucho líquido para evitar la deshidratación. Si aún es un lactante debe seguir con el pecho o el biberón y si es más mayorcito puedes ofrecerle suero glucosado o zumos de frutas dulces. Es probable que no le guste, por lo que tendrás que ofrecerselo a cucharaditas, cada pocos minutos.
Cuando ya no vomite puedes ofrecerle algo de comer: lo ideal serán hidratos de carbono -cereales, pasta, patatas- verduras, papillas de frutas y yogures. Si come carne o pescado, prepáraselo a la plancha.
Queda prohibido que coma chocolate, embutidos, nata, mantequilla y productos ricos en grasas.
No se cómo se harán las pruebas hoy en día para medir el nivel de acetona, pero recuerdo cómo de pequeña mi madre metía en el ornial una varita -como las que dan ahora en el Corte Inglés para que huelas un perfume- esperaba unos minutos y ya sabía si estaba bien o iba a enfermar. En realidad, no podía enfermar porque tenía prohibido terminantemente comer chocolate, aunque sí recuerdo haber comido nata y los otros alimentos que os comentaba que se debían evitar.