

Como con los adultos, el objetivo primordial de esta terapia es que los bebés encuentren su equilibrio interno de forma que se calme cuando necesitan paz o se estimule si así lo necesita. La práctica de madre, o padre, a hijo y las caricias que ella o él le dan al bebé otorgan una sensación de protección y fomentan la confianza entre los padres y su bebé.
Qué aporta el shiatsu a los bebés
Además, con el shiatsu estimularemos el sistema nervioso central de nuestro pequeño, proporcionándole calma y concentración. Es ideal para niño con hiperactividad o con trastornos nerviosos ya que ayudaremos al niño a relajarse y reduciremos su estrés.
Impulsaremos el desarrollo de los sentidos, las conexiones neuronales y la psicomotricidad, además de mejorar el tono muscular.
También notaremos que si nuestro bebé tiene algún trastorno respiratorio, como alergias o asma e incluso catarros, el ejercicio del shiatsu hará que se regulen esos problemas y se refuerce su respiración.
Otro beneficio de la práctica del shiatsu para los bebés es que ayuda a regular los problemas gastrointestinales así como las molestias de cólicos, estreñimiento o gases.


Otro punto a destacar del shiatsu es que mejora la relación del bebé con su propio cuerpo, le hace consciente de sí mismo en todos sus aspectos tanto físicos como psicológicos.
Te dejamos este vídeo para que puedas ver cómo se práctica correctamente el shiatsu con nuestros bebés:
Con todas estas cuestiones sobre la mesa, el shiatsu supone una buena manera de realizar actividades con nuestro hijo desde sus primeros comienzos, siendo una terapia que le ayudará con sus problemas físicos si los tuviera y le acercará a sus padres. No obstante debemos tener presente que la práctica del shiatsu no sustituye en ningún momento a un pediatra, por lo que si creemos que nuestro bebé puede estar enfermo acudiremos a un médico.