Lo cierto es que son pocos los casos en que se recupera la forma a solo días del parto, en la mayoría de los casos se tarda algunos meses en que la barriga de embarazada desaparezca.
Lo fundamental para lograr buenos resultados es ser paciente y constante. Ten en cuenta que a tu vientre le llevó unos cuantos meses estirarse para alojar a tu bebé, lo razonable es que lleve un tiempo para que los tejidos y músculos vuelvan a recuperar su firmeza. Este tiempo de recuperación depende de varios factores: el peso que aumentaste durante el embarazo, si le das el pecho a tu hijo, si empezaste a realizar una rutina de ejercicio guiada por un profesional.
En el caso de que no hayas elegido la lactancia materna, el proceso de adelgazamiento será más lento, necesitando tomar otras medidas, como cuidarte durante las comidas. Recuerda que una vez que haya nacido el bebé deberás ingerir menos calorías.
La lactancia es una gran aliada durante los primeros meses tras el embarazo. Las mujeres que le dan el pecho a sus hijos queman más calorías para la elaboración de la leche, por eso pierden peso con mayor rapidez que las madres que no amamantan.
Además, la lactancia genera contracciones que permiten reducir el tamaño del útero. Algunos médicos consideran que el cuerpo retiene un poco más de grasa para contribuir en la producción de la leche.
Los ejercicios también son buenos, con esto no estamos diciendo que debas internarte en un gimnasio ni que debas hacer grandes esfuerzos, bastará con empezar con algo simple como salir a caminar o realizar una clase de yoga especial para el postparto. Gracias a la actividad física se tonificarán los músculos del estómago y quemarás más calorías.

