

Independiente de la veracidad de las cifras y de lo eticamente cuestionable de la situación, lo cierto es que seguramente habrá padres que tomarán la decisión de entregar todo el amor al hijo que viene en camino. Para ellos está dirigido este post, en el que planteamos lo que hay que saber cuando se va a tener un bebé con Síndrome de Down.
El síndrome de Down es un tratorno genético causado por la presencia de una copia adicional del cromosoma 21. Esta condición se conoce como trisomía. Cerca del 80% de los niños con síndrome de Down nacen de madres mayores de 35 años.
Pero vamos por partes. Lo primero que una madre debe tener claro es que no debe tener sentimientos de culpa. Si bien es cierto que las probabilidades de que aparezca el trastorno en el bebé aumentan con los años de la madre, no hay forma de prevenirlo. En ningún caso el síndrome de Down puede atribuirse a algo que hicieron o dejaron de hacer los padres.
Después de asimilar la noticia y decidir tener el bebé, los padres deben entender varios puntos. Es cierto que la personita que llegará a sus vidas va a ser especial; será especial en muchos aspectos físicos que implican limitaciones, pero también en aspectos emocionales positivos, que son más fuertes en ellos que en el común de los niños.
Además no todos los niños con Down son iguales. Cada uno desarrolla una personalidad y tiene talentos diferentes que hay que detectar desde temprana edad y desarrollar. Existe una gran variedad en personalidad, estilos de aprendizaje, inteligencia, apariencia, obediencia, humor, compasión, sentido de amistad y actitud entre los bebés con Síndrome de Down. Los pasatiempos favoritos varían de un individuo a otro y van desde leer hasta pintar o cantar.
¿Qué problemas tienen los bebés con síndrome de down?
El síndrome de Down usualmente causa retardo mental entre leve y moderado o desarrollo mental lento. Casi la mitad de los bebés con síndrome de Down nacen con problemas de corazón. Algunos de estos problemas solamente pueden corregirse con cirugía. Algunos bebés con síndrome de Down tienen problemas intestinales, dificultad para ver o pérdida de la audición; problemas que pueden tratarse con terapias.
La mayoría de los bebés con síndrome de Down no tienen buen tono muscular, por esto se les puede dificultar darse la vuelta y demorarse más en sentarse o aprender a caminar.
Es frecuente que los bebés con este síndrome tengan problemas en el corazón. De ahí la importancia de realizar los exámenes correspondiente y corregir el problema cuanto antes.
Algunos bebés tienen problemas en los ojos, que pueden corregirse con cirugía, como cataratas (opacidad del cristalino) u ojos bizcos.
Los niños con síndrome de Down pueden tener las defensas más bajas y sufrir de resfriados, infecciones de oído con más frecuencia que otros niños. Tienen más probabilidad de tener problemas tiroideos, pérdida de la audición, convulsiones y problemas de los huesos y de las articulaciones.
Los padres no deben intentar saber desde el primer momento qué tan inteligente será su hijo. Tampoco lo deben presionar. Lo más importante es que hagan todo lo posible porque permanezca sano, de esto dependerá gran parte de su capacidad de aprendizaje.
El bebé puede necesitar fisioterapia cada semana para ayudarle a desarrollar tono muscular y coordinación. Más tarde, la terapia de lenguaje y la terapia ocupacional serán fundamentales para la inserción del niño en el mundo real.
La asesoría psicológica durante el embarazo y los primeros años del bebé es muy recomendable. Consulte al especialista.