

La prescripción de medicamentos para una madre en periodo de lactancia requiere sopesar los beneficios de la utilización de los medicamentos para la madre frente al riesgo de no amamantar al bebé o el riesgo potencial de la exposición del bebé a los medicamentos.
Aunque el medicamento sea seguro para la madre durante el embarazo no quiere decir que sea seguro para el bebé lactante, y en todo caso será el especialista quien sopese los riesgos que puede tener el bebé bajo ciertos medicamentos, y en ciertos casos será aconsejable la interrupción de la lactancia materna.
Transferencia de los medicamentos a la leche materna
La transferencia de medicamentos a la leche materna se debe principalmente a un gradiente de concentración que permite la difusión pasiva de ciertos medicamentos; la concentración de fármacos en la leche materna se determina en gran medida por la concentración del fármaco en suero materno y la concentración sérica tiende a ser menor con medicamentos que tienen grandes volúmenes de distribución y fluctúa más con medicamentos que tienen una vida media corta.
Los medicamentos que se unen fuertemente a proteínas, que tienen grandes pesos moleculares o que son poco solubles en lípidos, no tienden a entrar en la leche materna en cantidades importantes.
En el período postparto temprano, las grandes brechas entre las células alveolares mamarias permiten que muchos medicamentos pasen a través de esta leche y es que la actividad farmacológica de los medicamentos depende de la absorción, distribución, metabolismo y eliminación del bebé.


Acción de algunos principios activos de los medicamentos en la leche materna
Vamos a ver como pueden influir ciertos medicamentos en la lactancia materna
Los esteroides inhalados para el tratamiento del asma alcanzan niveles muy bajos en el plasma materno y son de ninguna preocupación para la madre que amamanta
La pseudoefedrina tomada para la rinitis se excreta en la leche materna en pequeñas cantidades, pero su uso es compatible con la lactancia aunque puede provocar una merma en la producción de leche; puede causar letargo o irritabilidad en los niños, pero para reducir el riesgo para el bebé, la madre puede tomar estos medicamentos inmediatamente después de amamantar.
Bajas dosis de diuréticos tiazídicos se excretan en pequeñas cantidades en la leche materna, son compatibles con la lactancia y los diuréticos y los bloqueadores beta, y los antihipertensivos, son seguros para su uso en mujeres en periodo de lactancia, aunque con algunas precauciones.
La insulina no se excreta en la leche materna y se considera segura para su uso durante la lactancia y en cuanto los anticonvulsivantes se excretan en la leche materna, pero pueden amamantar a sus bebés.
El ibuprofeno tiene mala transferencia a la leche y ha sido bien estudiado en niños; en cambio los antiinflamatorios no esteroideos se pueden acumular en el niño con el uso prolongado y las penicilinas y cefalosporinas, que se excretan en la leche en pequeñas cantidades, son compatibles con la lactancia, aunque en algunos casos el niño puede experimentar una reacción alérgica o desarrollar causado por los cambios en la flora intestinal.
Además de tomar precauciones con los medicamentos durante la lactancia, también debes cuidar tu alimentación por eso te recomendamos leer este artículo de nuestro blog: Alimentación durante la lactancia