

En la actualidad encontraremos en el mercado diferentes preparados, entre ellos las leches artificiales, las cuales a su vez se dividen en las denominadas leches de inicio (leche del tipo 1) o leche de continuación (leche del tipo 2). La primera es que mejor se adapta a los pequeños ya que es la que cuenta con la cantidad de proteínas necesarias.
Mediante un Real Decreto se encuentra regulado la cantidad de componentes que deben tener los preparados para los lactantes y las leches de continuación, según lo considerado se debe tener entre 1.2 y 1.4 gramos de proteínas por cada 100 ml. Es cierto que estos valores son superiores a los que cuenta la leche materna, pero esto es porque son de menor calidad.
Cuando los bebés van creciendo su organismo necesita más cantidad de proteínas, pero esta cantidad no es demasiado elevada. Las empresas que fabrican la leche artificial obtienen dos beneficios gracias a la fabricación de leches de continuación. En primer lugar encontramos la posibilidad de publicitar más fácilmente si producto, tengamos presentes que son muy pocas las diferencias en los botes de las leches tipo 1 y tipo 2.
Además la leche de continuación cuenta con un proceso de fabricación que es mucho más económico. Los bebés de seis meses tienen la capacidad de asimilar la cantidad mayor de proteínas el procesado de la leche es menor y como consecuencia los costos de fabricación también son menores.
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