Normalmente las bombas son muy fáciles de usar. Las primeras veces que extraigas leche serán para el consumo inmediato, pero verás cómo en poco tiempo te sacas la cantidad necesaria para empezar a almacenar.
La extracción de la leche tarda aproximadamente el mismo tiempo que el que se usa para la lactancia, a medida que vayas teniendo más práctica, los tiempos se iran acortando. Cuando te encuentres en tu trabajo intenta extraer leche con la misma frecuencia de los que lacta el bebé cuando estás en tu casa.
Para mantener una buena cantidad de leche en los momentos que estés con tu hijo permite que lacte más cantidad de veces, otra opción es continuar extrayendo la leche cuando el bebé termine de tomar pecho, así los volúmenes de leche se incrementarán.
Para almacenar la leche podrás hacerlo en una botella plástica o de vidrio que contenga un tapón sellable, también la podrás colocar en una bolsa estéril. Almacénala en cantidades acordes a cada toma. Así evitarás desperdiciarla.
La leche extraída debe ser guardada en la nevera, también existe la posibilidad de congelarla. Te indicaremos cuáles son las temperaturas y los tiempos aconsejables.
A temperatura ambiente, temperaturas que giran en torno a los 25 grados, el tiempo va de 4 a 8 horas. En la parte de la nevera de tres a ocho días, en la parte posterior del congelador dura más de tres meses.
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