La vitamina K tiene una importante función en la coagulación de la sangre. Es decir, permite que en caso de alguna herida en la piel, la sangre se aglutine y forme una especie de “tapón” que impedirá que haya derrame.
Los bebés prematuros y los recién nacidos son propensos a tener déficit de vitamina K y, por lo tanto, las hemorragias consecuentes por esta razón en muchos centros hospitalarios se recomienda la inyección de esta vitamina al momento de nacer.
Entre las principales propiedades y características que tiene esta vitamina, se encuentran:
– Su aspecto físico a temperatura ambiente es de color amarillo. No se disuelve en agua y sí en las grasas (esto le permite contribuir a la función de taponar las heridas).
– Cuando se hierven los alimentos que la contienen, se pierde esta vitamina. Por eso es recomendable cocinar a vapor.
– La ingesta de antibióticos produce una destrucción de la flora intestinal que conlleva el hecho de que esta vitamina no pueda pasar de los alimentos a la sangre produciendo una baja de su nivel y las enfermedades consecuentes.
– Se halla, principalmente, en los alimentos que son verdes, por lo cual deben consumirse con regularidad y ser parte de la dieta en los niños y jóvenes. Ejemplo: espinacas, algas, alfalfa, col, coliflor, tomates, guisantes, fresas, hígado, cereales integrales, etc. son excelentes portadores de esta vitamina. Introducirlas a los niños los más pronto posible evitará futuros rechazos.
– Ayuda a aumentar la densidad ósea por lo que protege de fracturas en los huesos, sobre todo en personas que padecen de osteoporosis.
– Interviene en la generación de los glóbulos rojos.
– Actualmente las investigaciones en el área de cuidados de la piel, recomiendan el uso del Serum de vitamina K como un calmante descongestionante que elimina los enrojecimientos de la piel. Se han obtenido excelentes resultados en el tratamiento de la dermatitis atópica.
La vitamina K fue aislada o descubierta por el Dr. Henrik Dam, en 1935, cuando trataba de curar pollos de granja que morían de hemorragias. Utilizó la alfalfa como fuente principal y esto le valió el premio nobel de medicina en 1943.
Fuente Imagen ThinkStock.
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