

Cuando ya estamos en la recta final de nuestro embarazo asoman nuevas dudas sobre la crianza de nuestro hijo y las herramientas que vamos a utilizar para ello. Hay tantísimo en lo que pensar que parece que el tiempo se echa encima y, aunque la mayor parte de nuestros pensamientos están orientados al parto, no debemos dejar de darle vueltas a la elección del pediatra, de un buen pediatra.
Qué tener en cuenta al elegir el pediatra
Un pediatra adecuado para nuestra familia debe estar próximo a nuestra forma de vida y tener una línea de crianza infantil similar a la nuestra.
Cuando le llevemos por fin con el bebé debemos observar cómo le trata, no es que le vaya a hacer daño ni tratarle mal, pero si el pequeño está más o menos cómodo es primordial.
Más sabe el Diablo por viejo que por diablo, ¿qué queremos decir con esto? Pues que preguntes a aquellas parejas que ya han pasado por esto, nútrete de la experiencia de tus padres, tus suegros, hermanos y amigos que sean padres y puedan aconsejarte sobre tal o cual pediatra.


Vale, a veces las madres podemos ser muy plomizas pero es que no podemos dejar de hacerlo, somos eso, madres, y estamos preocupadas 24 horas al día por el resto de la vida de nuestros (para siempre) pequeños. Así que, ¿qué le cuesta ser amable y respondernos con interés? Aunque lo finja, que nos deje satisfechas.
Para elegir al pediatra adecuado tenemos que encontrar un profesional que no nos intimide, parece una tontería, pero pasa más de lo que creemos, sobre todo en primerizas, somos nuevas estamos un poco tensas y nos da miedo hasta una brisa de aire cercana al bebé.
La higiene es fundamental y por lo general no hay consultorios sucios ni pediatras con las manos negras. No obstante cerciorarse de ello nunca está demás.


Otra cuestión a señalar es que en ciertas ocasiones los pediatras proporcionan su teléfono personal por si surgiera alguna complicación, esto es sin duda un enorme punto a su favor.
Si no vamos a la Seguridad Social tenemos que atender a algunos puntos, lo primero que la tarifa del pediatra no sea de súper estrella, si no que sea apropiada; y lo segundo, su consultorio tiene que estar cerca de nuestro hogar, más que nada por facilidad. ¿Y si un día no tienes coche para llevarle con 39 de fiebre?
Estos son nuestros consejos principales para que puedas elegir al pediatra adecuado para tu bebé y, aunque algunos de ellos son muy evidentes, por comprobarlos no perdemos absolutamente nada.
Por cierto ¿sabes qué es lo que más se pregunta a estos profesionales? aquí te lo contábamos Las 10 preguntas más frecuentes planteadas al pediatra