

Cuando comienza con su nueva alimentación lo principal es tener mucha paciencia. Puede suceder que tu pequeño presente intolerancia ante algunos productos. Por ejemplo, el zumo de naranja puede llegar a irritarlo. Esto quedará reflejado en la zona del pañal.
Si cuando le ofreces un alimento, lo rechaza con solo probarlo, deberás ser paciente, cada alimento tarda en ser incorporado entre dos y tres días.
Debes tener en cuenta que el pequeño deberá acostumbrarse a los nuevos alimentos, y a la nueva forma de comer. El ritmo de la alimentación de un pequeño deberá ser dado por tu pediatra y se basará en cada caso en particular. Normalmente, empezarán con una sola comida al mediodía y por la noche continuará con la lactancia materna.
Será importante que crees un patrón de horarios y los cumplas. Un ejemplo típico es biberón por la mañana, un yogur a media mañana, almuerzo, en la merienda biberón y después de un tiempo se incorporará la cena, que debe ser liviana.
En esta etapa se aconseja la ingesta de:
- Papillas o purés de verduras, preferentemente de zanahoria, papa y zapallo.
- Cereales, pueden ser precocidos o no.
- Papillas o purés de frutas, entre las frutas aconsejadas se encuentra la banana, pera, manzana.
Las frutas que le aportes a tu hijo deben ser naturales, también le puedes ofrecer una cocida tipo compota, de la cual aprovecharás también el jugo.
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