

Yo he recurrido a las siguientes acciones para conseguir sobrellevarlo mejor.
- compré un volante de los que se fijan a la parte delantera de la silla y le explicaba que era su coche particular y que tenía que ponerse el cinturón como hacía mamá.
- cuéntale que le subes al coche porque vais al parque, a hacer la compra, al médico, a comprar medicinas... hazle partícipe de todo aquello que vayas a hacer para que se sienta parte importante del recado que vais a hacer.
- también puedes atar sus juguetes favoritos con cuerdas: su mordedor, su peluche, algún globo... Los animales nunca fallan.
- ten siempre en el coche una bolsita con juguetes para que los trayectos se hagan entretenidos.
- para que el coche sea un lugar familiar para él y no extrañe nada, prueba a colgarle de los asideros de las manos algún juguete que tenga igual en casa o también alguno que tenga música que suene igual que el carrusel que tiene en la cuna.
- forra la sillita con una tela divertida y original. En invierno puede ser una mantita. Así le encantará sentarse.
- lleva un muñeco y permite a tu bebé que le siente en la silla y le ponga el cinturón. Deja a tu hijo que explique lo importante que es viajar seguro en el coche.
- poniendo juguetes moviles se distraerá y evitarás la rabieta. Prueba sobre todo con los que llevan espejos y se pueden mirar y descubrir sus ojos, su boca, su oreja, su nariz...
- la última opción -al menos para mi- es comprarle un dvd portatil para poner su película favorita.
Imagen: meemal