

1ª Etapa. El trabajo del parto y trabajo del parto activo
La primera fase del parto, la más larga, se produce cuando el cuello del útero se dilata, para permitir que el bebé se mueva en el canal del parto. Se producen contracciones y pueden durar de 30 a 90 segundos, sucediéndose a intervalos regulares. A medida que el cuello uterino comienza a abrirse, es posible que note una descarga espesa, teñida de sangre de la vagina, que se conoce como "señal de sangre".
El trabajo de parto es impredecible. Puede durar horas o incluso días, en especial para las madres primerizas; en partos posteriores el trabajo del parto, suele hacerse más corto.
La segunda fase, el trabajo del parto activo, es el momento para el trabajo real; el cuello del útero se dilata hasta 10 centímetros. Las contracciones se hacen más fuertes y duran más. Al final de esta etapa se puede sentir como si las contracciones no desapareciesen por completo y una creciente presión en su espalda; es el momento de dirigirte al hospital.
Esta fase puede durar hasta ocho horas, aunque depende de cada mujer y de si ha tenido hijos anteriormente.
2ª Fase: El nacimiento del bebé
Esta fase puede llevar desde unos minutos hasta varias horas o más para traer a tu bebé al mundo. A menudo lleva más tiempo en las madres primerizas y mujeres que han tenido una epidural.
Muchas madres empujarán con cada contracción, otras en cambio, se tomarán su tiempo y dejarán que la naturaleza actúe; de todas formas será el médico quien te guíe en dicho proceso. Una vez asome la cabeza del bebé, el médico se asegurará de que el cordón está libre y no tardará en salir el resto del cuerpo del bebé.
3ºFase: Expulsión de la placenta
Con la salida del bebé, experimentarás un gran alivio y el médico se encargará de ayudarte a expulsar la placenta y de que el sangrado esté bajo control, la placenta tarda en ser expulsada alrededor de 5 a 10 minutos, aunque en algunos casos, puede tardar hasta 30 minutos.
Puedes tener contracciones leves, aunque tu médico puede masajear tu abdomen, para estimular la contracción del útero y facilitar la expulsión de la placenta. Es posible que te pida que empujes una vez más, para expulsar la placenta, que, por lo general, viene con un pequeño chorro de sangre.
El médico examinará la placenta para asegurarse de que está intacta y también determinará si necesitas puntos de sutura y puede ser que se aplique algún medicamento, para estimular las contracciones uterinas y reducir al mínimo la hemorragia.
Fuente Imagen: Xanda/flickr