Las porciones deben ser pequeñas y variadas. En el caso de que sigan con hambre, ellos demandarán más comida. En eso caso, agrega un par de cucharadas más.
Las porciones dependerán de su edad, de su crecimiento y de las actividades que realizan en el día, si consideras que tu hijo está comiendo muy poco o demasiado es importante que consultes a tu médico.
Puede pasar que un niño disfrute comiendo más algún alimento que otro. En estos casos, debemos tener paciencia y continuar ofreciéndole nuevas opciones, sino podemos llegar a caer en lo que se denomina ‘manía por un alimento’. Esto a largo plazo puede llegar a perjudicar la salud del pequeño.
Cuando los bebés tienen 6 meses podemos empezar a darles purés de verdura –patata, zanahoria, zapallo-, cereales y purés de frutas. Las frutas deben ser maduras o cocidas tipo compota.
La segunda comida se incorporará a partir del segundo mes, y debe ser en un horario opuesto a la primera.
Cuando los pequeños tienen 7 meses pueden incorporar postrecitos o flanes, que pueden reemplazar las frutas. También se pueden incorporar verduras de hoja verde. Muchos médicos aconsejan la ingesta de carnes blancas y rojas en este momento, otros aconsejan demorarlo un poco más.
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