También es importante verificar con atención la higiene de los alimentos, especialmente cuando se van a consumir vegetales y frutas crudas. El objetivo es eliminar las sustancias tóxicas, las bacterias y los productos químicos con los que fueron tratados.
Una de las tantas funciones que tendrá tu ginecólogo durante el embarazo es controlar tu peso, si ve que debes engordar o te excediste seguramente te aconsejará ir a un nutricionista para llevar una dieta adecuada a tu estado. Normalmente, la mujer embarazada debe engordar entre nueve y doce kilos. El aumento de peso no siempre es el mismo a lo largo de toda la gestación.
Entre el primer trimestre engordarás de uno a dos kilos, en el segundo hasta cuatro kilos y cerca de cuatro en el último trimestre de tu embarazo. La dieta también deberá adaptarse a lo largo del embarazo, controlando y chequeando las cantidades de ciertas vitaminas y minerales.
En el primer trimestre normalmente no es necesario aumentar la cantidad de calorías. Debes enfocarte en el aporte de hierro y ácido fólico esto es muy importante para el correcto desarrollo del bebé y así evitar complicaciones. Recuerda que la falta de ácido fólico puede causar malformaciones de la columna vertebral. El hierro es muy importante para que la madre pueda incrementar el volumen sanguíneo, muy necesario para la formación de la placenta y el correcto desarrollo de tu hijo.
Durante el segundo trimestre se aconseja aumentar la dieta en 350 calorías. Podrás agregar a tu alimentación productos lácteos, galletas o alimentos dulces pero sin excederte, recuerda que abusar de los dulces puede terminar en una diabetes gestacional. En esta etapa enfócate en las vitaminas, hierro y calcio.
Durante el último trimestre puedes aumentar 400 calorías a tu dieta, respecto al segundo trimestre. Lo ideas es aumentar un poco las porciones y que el aumento se distribuya en las cuatro y cinco comidas.
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